lunes, agosto 25, 2008

CONTINUAMOS RUTA.



Tras visitar la abadía, seguimos nuestro camino entre campos de maíz y por el margen derecho del río. Llegó un momento en que el carril bici desembocó en una carretera donde tuvimos que extremar precauciones por la velocidad de los coches, casi no hay arcén y afortunadamente es un tramo corto pero eso si, con una pendiente considerable. Fuimos a buscar una carretera que queda a mano derecha y gira hacía un puente que te permite pasar al margen izquierdo del río. Allí, en esa curva, nos encontramos un montón de gallinas sueltas pica que te pica en medio de los hierbajos y una llama que no paraba de mirarnos y que se comportó porque según nos han contado después hubiera sido muy fácil que nos hubiera recibido con un escupitajo.

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